29.1.12

Quinto documento. La personalidad desde el punto de vista de los psiquiatras y los psicólogos I: La teoría antigua de los humores

La teoría de los cuatro humores (o líquidos en el cuerpo humano) empezó a desarrollarla Hipócrates de Cos (460-370 a.C.).  Este médico griego descubrió que la parte roja de la sangre fresca era muy líquida, las partículas blancas de material mezcladas con la sangre eran lo que él denominó flemas, a la espuma amarilla la denominó "bilis amarilla" y a la parte más densa "bilis negra". Estos humores serían la base fisiológica del temperamento o carácter.  Combinando los humores con los cuatro elementos y las cuatro estaciones nos da la siguiente clasificación, reflejada en la tabla:  


Se entienden ahora algunas expresiones comunes del tipo "¿Qué aire te ha dado?", del tipo "Estoy de mal humor" o cuando se dice de los ingleses y escoceses que tienen "flema británica" (que no se alteran fácilmente).  

¿Qué distingue a cada temperamento?  

Temperamento sanguíneo

 Tiende a tomar decisiones basándose en los sentimientos más que en la reflexión y resulta excesivamente extrovertido.

Defectos
Indisciplinado y falto de voluntad.
La tendencia a ser indisciplinado y su voluntad débil puede llegar a destruirlo a menos que sepa vencer estas debilidades. Como son altamente emocionales tienden a ser "manoseadores".
La voluntad débil y falta de disciplina hacen que les resulte fácil hacerse deshonestos, falsos y poco dignos de confianza. 
La chispa de ira puede transformarse en furioso infierno instantáneamente pero no guarda rencor. 
Inquieto y desorganizado.
Los sanguíneos son tremendamente desorganizados y siempre están en movimiento. Raras veces planifican por anticipado; generalmente aceptan las cosas a medida que se le presentan. Son felices buena parte del tiempo porque raramente vuelven la mirada hacia atrás (y en consecuencia no se benefician de los errores pasados), y raras veces miran hacia delante. 
Aún cuando su personalidad extrovertida lo hace ver como una persona segura de sí misma en realidad es una persona muy insegura.
Generalmente el sanguíneo no teme al daño personal y a menudo se arriesga a realizar desmedidas hazañas de osadía y heroísmo. Sus temores giran en tono más bien del fracaso personal, el rechazo o la desaprobación de los demás.
Conciencia flexible: ya que el sanguíneo tiene la capacidad de convencer a los demás, con lo cual se granjea la reputación de ser un "liante", no le resulta difícil convencerse de que todo lo que quiere hacer está perfectamente bien. Tiene la tendencia a torcer la verdad o a exagerar. Para el sanguíneo "el fin justifica los medios" y normalmente el fin es el de él.

Temperamento flemático

Es tranquilo, nunca pierde la compostura y casi nunca se enfada. Por su equilibrio, es el más agradable de todos los temperamentos. Trata de no involucrarse demasiado en las actividades de los demás. Por lo general suele ser una persona apática, además de tener un buena verborrea. No busca ser un líder, sin embargo puede llegar a ser un líder muy capaz.

Debilidades del flemático
Sin interés, lento y ocioso. La debilidad más evidente del flemático es su aparente falta de empuje o de ambición. Si bien pareciera que siempre hace lo que se espera de él, raras veces hace más de lo necesario. 
El flemático cuida cada centavo y actúa como un tacaño, excepto cuando se trata de comprar algo para si mismo. 

Casi nunca se enfrenta con otra persona, ni se niega a hacer algo, pero de algún modo se las arregla para eludir la responsabilidad. Ante una situación conflictiva el flemático jamás grita o discute. 
Debajo de la amable superficie del flemático late un corazón sumamente temeroso. Esta tendencia a temer le impide, con frecuencia, aventurarse por su cuenta para sacar el mayor provecho de sus potencialidades.

Temperamento melancólico


Es perfeccionista y muy sensible emocionalmente. Es propenso a ser introvertido, sin embargo, puede actuar de forma extrovertida. No se lanza a conocer gente, sino que deja que la gente venga a él. Sus tendencias perfeccionistas y su conciencia hacen que sea muy fiable, pues no le permiten abandonar a alguien que cuenta con con él/ella. Además posee constancia, que le ayuda a terminar lo que comienza. Pero es difícil convencerlo de iniciar algún proyecto, debido a que siempre está considerando todos los pros y contras en cualquier situación.
Características del temperamento melancólico
  • El melancólico es el más rico y complejo de todos los temperamentos.
  • Suele producir tipos analíticos, abnegados, dotados y perfeccionistas.
  • Es de una naturaleza emocional muy sensible, predispuesta a veces a la depresión.
  • Es el que consigue más disfrute de las artes.
  • Es propenso a la introversión, pero debido al predominio de sus sentimientos, puede adquirir toda una variedad de talantes.
Debilidades del melancólico
Negativo, pesimista y crítico.
Normalmente, la primera reacción de un melancólico ante cualquier cosa va a ser negativa o pesimista. Este solo rasgo limita la actuación vocacional del melancólico más que ningún otro. Apenas se le presenta una nueva idea o un proyecto nuevo su habilidad analítica se enciende y comienza a imaginar toda clase de problemas y dificultades que en su opinión podrían surgir al poner el proyecto en práctica.  Es raro que una persona predominantemente melancólica inicie un nuevo negocio o proyecto por su cuenta; en cambio es fácil que sea utilizado por personas menos dotadas pero de temperamento emprendedor (personas sanguíneas, normalmente). El melancólico es capaz de experimentar el "arrepentimiento" antes de tomar la decisión de la que arrepentirse, no como los otros que la experimentan tiempo después.
Los melancólicos deben luchar constantemente contra su espíritu de critica que proyectan hacía los que lo rodean como hacía si mismo, razón por la cual suele sentirse sumamente disconforme consigo mismo.  Nunca se siente satisfecho con lo que es.
El melancólico es más egocéntrico que cualquier otro temperamento, pues todo lo interpreta en relación consigo mismo. Si, por ejemplo, se anuncia en su clase o en su trabajo algo crítico, inmediatamente reacciona alarmado pensando que es a él o ella a quien afecta. Tiende además a compararse con los otros en apariencia exterior, en talento, en intelecto, sintiéndose invariablemente deficiente porque jamás se le ocurre que se compara con los mejores rasgos del otro y hace a un lado sus puntos débiles.
Este rasgo de egocentrismo, juntamente con su carácter sensible, hace que el melancólico sea muy susceptible y quisquilloso por momentos. Se puede ofender a un melancólico con solo mirarlo.  Aun cuando no es tan expresivo como el sanguíneo o el colérico en su enojo, es perfectamente capaz de alentar un rencor de ebullición lenta y de larga duración que se manifiesta en pensamientos de revancha y en considerarse que está siendo acosado por los demás. Si se alienta esto por un tiempo suficiente el resultado puede ser el que se transforme en un maniático depresivo o por lo menos que explote de ira, de un modo que resulta enteramente distinto de su naturaleza normalmente suave y amable.
Las líneas negativas de pensamiento hacer que le melancólico tome decisiones poco realistas basadas en malas ideas de lo que los demás piensan sobre él. 
Una de las características más prominentes del melancólico se refiere a los cambios de ánimo.  Es muy bipolar.  En algunas ocasiones se siente transportado a tales alturas que obra como si fuese un sanguíneo y en otras, se siente tan deprimido que quisiera deslizarse por debajo de las puertas. A medida que aumenta en años aumentan los momentos de insatisfacción, amargura y depresión, a menos que haya aprendido a auto-controlarse.
Legalista y rígido: ningún temperamento es tan susceptible a ser rígido, implacable e intransigente, hasta el punto de ser totalmente irrazonable, como el melancólico.

Es incapaz de falsear la información en los formularios de impuestos o cualquier otro. Es intolerante e impaciente con los que no ven las cosas como las ve él o ella; en consecuencia le resulta difícil formar parte de un equipo: prefiere trabajar solo/a.
El melancólico es un idealista por lo que a veces tiende a ser impráctico y muy teórico por lo que le convendría someter siempre sus proyectos a la prueba de la viabilidad y le conviene asociarse con personas de otro temperamento que se complementen.

Temperamento colérico

Es rápido, muy activo, práctico en sus decisiones, autosuficiente y sobre todo independiente. Es extrovertido, pero no tanto como la persona de temperamento sanguíneo. Se fija metas y objetivos. Es muy ambicioso. Valora rápida e intuitivamente y no reconoce los posibles tropiezos y obstáculos que puede encontrar en el camino si busca lograr una meta.
Características del temperamento colérico
  • Es caluroso, rápido, activo, práctico, voluntarioso, autosuficiente y muy independiente.
  • Tiende a ser decidido y de firmes opiniones, tanto para él mismo como para otras personas, y tiende a tratar de imponerlas.
  • Es extrovertido, no hasta el punto del sanguíneo.
  • Generalmente, prefiere la actividad.
  • No necesita ser estimulado por lo que le rodea, sino que más bien él estimula a los demás con sus inacabables ideas, planes, metas y ambiciones.
Debilidades del colérico
El enojo y la hostilidad.
El colérico es extremadamente hostil. Algunos aprenden a controlar su ira, pero una erupción de violencia es siempre una posibilidad en ellos. No les lleva mucho tiempo comprobar que los demás generalmente se asustan de sus estallidos de enojo y de que por lo tanto pueden valerse de su ira como un arma para conseguir lo que quieren y generalmente lo que quieren es salirse con la suya.
El enojo de los coléricos es enteramente diferente a la de los sanguíneos. La explosión del colérico no es tan fuerte como las del sanguíneo ya que es menos extrovertido, pero puede ser mucho más peligrosa. El colérico puede herir a los demás con toda intención y gozarse de haberlo hecho. La esposa del colérico generalmente le tiene miedo, y éste tiende a aterrorizar a los hijos. El colérico da portazos, golpea la mesa con el puño, usa la bocina del automóvil sin discreción. Cualquier persona o cosa que se le cruce en su camino, que retarde su progreso, o que deje de funcionar en la medida de sus expectativas, no tardará en experimentar la erupción de su cólera. Y a diferencia del sanguíneo, al colérico no se le pasa el enojo fácilmente, sino que por el contrario puede arrastrar su enojo durante un tiempo increíblemente largo. 
Es sarcástico, burlón y, a veces, cruel, siempre preparado con un comentario cortante que es capaz de aniquilar a los que se sienten inseguros y destruir psíquicamente a los menos combativos. 
Frío y sin afecto.
De todos los temperamentos el colérico es el que evidencia menos afecto y se neutraliza ante la idea de hacer alguna demostración pública de afecto; sin rigidez emocional rara vez le permite derramar lágrimas.
Insensible y desconsiderado.
Similar a su natural falta de amor es la tendencia del colérico a ser insensible a las necesidades de los demás y desconsiderado acerca de sus sentimientos.
Porfiado y terco.
La firmeza y la decisión natural del colérico es una característica temperamental que puede ayudarlo en el curso de la vida... o no. Como tiene un sentido intuitivo generalmente toma resoluciones rápidamente (sin consideración y análisis adecuados), y una vez que ha tomado una decisión es prácticamente imposible que cambie de parecer. El colérico se muestra neutral en muy pocas cosas, tiene siempre una opinión y es terco en todo.
Astuto y dominador.
Una de las características del colérico es su inclinación a proceder con astucia a fin de lograr lo que quiere. Raras veces acepta un no como respuesta y con frecuencia recurre a cualquier medio necesario para alcanzar su meta. Si tiene que adulterar las cifras y torcer la verdad, raras veces vacila, porque para él el fin también justifica los medios. Cuando necesita un favor, puede transformase casi en un sanguíneo en su capacidad persuasiva.

Esta teoría se basa en tipos puros, sin mezcla.  Pero los tipos puros no existen del mismo modo que es igualmente falsa, como sabemos por la ciencia actual, la base de que el carácter o temperamento está en la sangre o en una parte concreta del cuerpo (tampoco está en el cerebro ni, menos aún, en el corazón, aunque este se use como metáfora, como cuando se dice "Tienes un gran corazón").   Por eso, en las próximas clases, veremos teorías contemporáneas que partiendo de esta base proponen unos tipos mezclados (Psicótico, Extrovertido y Neurótico: teoría "PEN").  Todas las teorías importantes posteriores a esta ("PEN") son normalmente matizaciones o correcciones de la misma, donde se añaden elementos que no la afectan en lo principal y por eso no se estudiarán.